Tomahawk a la sal, perfección a la parrilla
Cuando hablamos de un buen corte de carne, claramente un buen tomahawk es el indicado para infundir respeto a nuestro paladar y llenarlo de sabor. El nombre de esta receta no quiere decir que su preparación conllevara únicamente sal ya que buscamos resaltar al máximo los sabores de la carne y esta va acompañada de un poco de pimienta negra y romero.
Este fabuloso corte se trata de un grueso filete de carne con un hueso de costilla adherido. Debido a su gran forma se le hace referencia a un hacha antigua que utilizaban en las guerras norteamericanas por nativos de la región llamados Sioux.
¿Cómo es la preparación?
Algo que debemos saber es qué su preparación no solo se limita al calor de las brasas, también puede ser preparado al horno habiendo sellado la carne previamente y luego puede ser horneada durante 15 minutos a un aproximado de 200 grados dejando un muy buen aspecto sin sabor.
Un buen tomahawk requiere de una buena preparación. Es corte para los más intrépidos y amantes de la carne que esperan ansiosamente experimentar y saborear el jugoso resultado de su preparación. El éxito de este imponente corte está en la mezcla de la grasa con la misma carne del tomahawk al ser cocinado a las brasas. Es muy difícil describir el olor que desprende la carne, es por eso que hoy estamos hablando sobre uno de los mejores cortes de carne para hacer a la brasa.
La temperatura de cocción es muy importante al igual que su preparación. Para lograr la perfección debemos tener una temperatura interior controlada de 55 o 60 grados. Es fundamental que luego de retirar de las brasas permanezca reposando 15 min tapada para así asegurar una carne jugosa que conserve al 100% todas sus propiedades.