Baños Árabes de Girona
La linterna superior de estos baños se asoma como cúpula en la Catedral de Girona, identifica a este edificio de piedra medieval, que cautiva por su simplicidad y los contrastes de la luz y sombra dentro de su construcción de estilo romántico.
Su diseño toma de las termas romanas, baños musulmanes y mikve judías como una tradición que resurge en el siglo XI con la necesidad de mejorar la higiene en los núcleos urbanos. Sus estancias inician en un vestuario o apodyterium.
Su piscina de piedra central es octogonal con columnas de capiteles dorados, elemento arquitectónico con decoración geométrica y vegetal, que incorpora de igual forma, elementos zoológicos.
Estuvieron activos hasta el siglo XIV y fueron restaurados en el siglo XX. Están muy bien conservados en pleno corazón de la vieja Girona al lado de la Catedral. Son baños públicos cristianos con estilo Romántico construidos en 1194 por órdenes del rey Alfonso I, el Casto, pero su nombre obedece a que imitan el estilo musulmán.
Sobreviven a los ataques franceses en el siglo XIII, luego fue un convento capuchino. Se recuperó en 1929 para su uso habitual. Tiene forma rectangular con sus salas fría (frigidarium), tibia (tepidarium) y caliente (caldarium), que reciben el calor de una caldera central.
Los baños están en una manzana cabalmente estructurada y consolidada que de la misma manera, delimita por el río Galligants al norte con el Onyar al oeste. Esta pieza arquitectónica que resume en sus estilos la historia de Girona, está abierta al público por un precio módico.